Para el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, la educación abre un mundo de oportunidades; por lo mismo, nos enfocamos en crear los mecanismos que permitan brindar una enseñanza de calidad a los alumnos afectados por el incendio de su escuela en la localidad de Callaqui, comuna de Alto Biobío.

Un triste despertar fue el que tuvieron los habitantes de la comunidad de Callaqui, en la comuna de Alto Biobío, aquel 2 de junio pasado. Un incendio consumió por  completo la escuela del sector, dejando sin un establecimiento educativo a 143 menores residentes de dicho lugar.

El fuego dañó la infraestructura, llevándose todo a su paso; también arrasó con un sinnúmero de experiencias que habrán marcado la vida de todos quienes eran parte de ella.

Junto a autoridades locales y regionales comenzamos a trabajar con un objetivo claro: brindar una pronta solución a los afectados. La distancia, el estado de los caminos y las condiciones climáticas fueron factores que desencadenaron –a priori-  en la imposibilidad de que concurrieran a otra escuela a estudiar.

Como el daño ya estaba hecho, comenzamos a ocuparnos. Sobre todo, si se suma otro factor importante: la educación como pilar fundamental para conquistar el desarrollo y como un instrumento clave para el progreso de las personas, la igualdad de oportunidades y la derrota de la pobreza.

Con el alcalde de Alto Biobío, Nivaldo Piñaleo, el Seremi de Educación, Fernando Peña, el jefe provincial de Educación, Daniel San Martín, y la comunidad educativa coordinamos distintas acciones que permitieron definir cuáles serían los pasos  a seguir.

El Ejército, los habitantes y el sector privado -representado por Desafío Levantemos Chile-  también jugaron un rol importante al momento de definirlos, uniendo todas las fuerzas posibles para que los niños lograren retomar su año escolar lo más pronto posible.

Para el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, la educación abre un mundo de oportunidades; por lo mismo, nos enfocamos en crear los mecanismos que permitan brindar una enseñanza de calidad a los alumnos afectados.

Pero no sólo eso. Queremos que estos niños tengan acceso a un establecimiento digno donde poder aprender, que cumpla con estándares acorde a sus necesidades y la realidad a la que deben enfrentarse a diario.

¿Saben por qué? Porque Chile lo hacemos todos. Cada uno de nosotros es una pieza clave dentro del puzzle y porque el país también se construye sobre la diversidad de su gente y sus orígenes. Por lo mismo, no podemos olvidarlos; independiente de la realidad geográfica en la que viven, también forman parte del territorio nacional.

Una cinta tricolor fue encontrada entre los escombros, transformándose en un símbolo de lo que quedó atrás y recordando que debemos mirar hacia adelante con esperanza y no olvidar que los niños están primero en la fila. Su futuro, en gran medida, depende de lo que hoy hagamos por ellos.

Sabemos que el trabajo conjunto entre el sector público y privado, sumado a una comunidad comprometida por el futuro de sus niños, permitirá seguir trabajando por una solución definitiva para los 143 pequeños residentes de Alto Biobío.

María Teresa Browne Urrejola

Gobernadora Provincial de Biobío.