Estimados chilenos y chilenas:
Nuestra patria cumple por estas fechas 204 años desde la constitución de la primera junta nacional de gobierno, acción clave para dar paso a la independencia de Chile.
Las mismas ansias de prosperidad para todos los ciudadanos que inspiraron a los patriotas como Bernardo O’Higgins, José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez, son las que nos mueven día a día a todos y a todas en nuestra vida cotidiana.
Dos siglos después de aquel hecho fundamental en nuestra historia patria, podemos concluir en que nuestros afanes siguen siendo los mismos. Es por eso que, gracias al apoyo de una gran mayoría, hoy estamos renovando el rostro de Chile. La Presidenta Michelle Bachelet asumió el desafío de gobernar nuestro país por segunda vez teniendo en mente la construcción de una patria menos desigual, más justa, en especial para los trabajadores anónimos, aquellos que no parecen en los medios de comunicación, los que cada día entregan a través de su trabajo una importante contribución al desarrollo del país en el más absoluto silencio. Por medio de las 50 medidas y 56 compromisos que asumió para sus primeros días de gobierno, abordó de inmediato una de las grandes deudas del país con su gente: la igualdad de oportunidades. Y hemos visto como, una a una, aquellas promesas se han ido convirtiendo en realidades en el campo de la salud, la educación, la infraestructura, la protección social, la cultura y en muchos otros ámbitos. Todos aquellos grandes pasos se verán enriquecidos con la Reforma Tributaria, la más clara muestra de que Chile puede crecer con igualdad, porque tenemos los recursos para hacerlo. A través de la reforma no aspiramos a retroceder los grandes pasos dados por nuestra república democrática, sino aplicar una política de estado que sea justa para todos.
Y gracias a la Reforma Tributaria podremos dar otros dos grandes pasos en materia de igualdad e inclusión social: la gran Reforma a la Educación y el mejoramiento a la red de Salud Pública. Gratuidad para todos y todas desde el nivel pre escolar hasta la universidad es la consigna por que la estamos luchando, junto con una atención de salud oportuna, rápida y digna. Son dos derechos que vamos a asegurar a nuestros compatriotas para que nadie en esta tierra se sienta un ciudadano de segunda categoría.
Hago un llamado a trabajar en conjunto, en estas fechas en que todos celebramos por igual. La labor que hemos venido realizando, desde el nivel central hasta los rincones más apartados del país, lo hacemos por todos y todas, sin exclusión. Como chilenos todos tenemos el deber de acortar las brechas que nos separan y unir nuestras fuerzas para que la prosperidad llegue a todas las familias.
Viva Chile. Viva su gente.